Quisiera que vivamos en la copa de un cerezo
con sus hojas resguardando nuestros besos
y sus ramas abrazasen nuestras animas.
Quisiera que sus flores resurgiesen cada aurora
abrigando tus caricias,
madurando con susurros
las cerezas de tus labios
bajo eterna primavera.
Quisiera que envejezcamos en nuestro arbol de cerezo
abrigando junto al lago nuestros besos.
Quisiera que ese lago
alimentase con sus aguas nuestros cuerpos
y raíces de nuestro árbol de cerezo
acurrucandonos entre sus ramas,
susurrandonos las almas.
Quisiera que anidásemos en en nuestro arbol de cerezo
escuchando entre las flores nuestros besos,
cuidando cada aurora sus capullos
Y, oir en cada alba,
entre el aire de sus ramas,
las caricicias de tu alma.
envejeciendo cada aurora
entre las ramas de nuestro arbol de cerezo
para todos los ahora
con sus hojas resguardando nuestros besos
y sus ramas abrazasen nuestras animas.
Quisiera que sus flores resurgiesen cada aurora
abrigando tus caricias,
madurando con susurros
las cerezas de tus labios
bajo eterna primavera.
abrigando junto al lago nuestros besos.
Quisiera que ese lago
alimentase con sus aguas nuestros cuerpos
y raíces de nuestro árbol de cerezo
acurrucandonos entre sus ramas,
susurrandonos las almas.
Quisiera que anidásemos en en nuestro arbol de cerezo
escuchando entre las flores nuestros besos,
cuidando cada aurora sus capullos
Y, oir en cada alba,
entre el aire de sus ramas,
las caricicias de tu alma.
envejeciendo cada aurora
entre las ramas de nuestro arbol de cerezo
para todos los ahora